ESTRENANDO TEMPORADA EN LA TUCA BLANCA

Para haber dormido en la misma estación no hemos pasado nada de frio, eso sí, que duro el volver a ponernos las botas!!!. Crees que cuando te calzas los gatos es una penuria, pero sólo cuando te pones las botas de esqui, reconoces que es lo PEOR, y ya sueñas con esas bajadas y esa llegada para poder quitarlas. Subimos con un día explendido por la escasa nieve que se va manteniendo en las pistas de candatxu, poliki poliki, sin prisa pero sin pausa, dando gracias a que han cerrado alguna pista que otra, hasta llegar al último repecho, donde los esquiadores y tableros se lanzan como flechas y muchos sin control. Con más miedo que otra cosa y por el orillo intentamos que no nos seguen las piernas, y echamos unos cuantos improperios a varios de ellos que parecen ser dueños y señores de la montaña unica y exclusivamente por haber pagado un forfait. Al llegar a nuestro destino mis ojos no dan a basto con las vistas: Midi, collarada, pala de ip y por supuesto el aspe, oculto por nuestro objetivo de hoy: Tuca Blanca, a la que sólo se podía acceder con grampones. Quitamos las pieles y nos dejamos deslizar por una nieve un tanto dura, le gravo a la txurri para luego echarnos unas risas y para cuando me doy cuenta se ha ido por una pista a dchas, donde hay que coger un remonte. Nosotras sin forfait!!! Ido le pone carita de pena a la neska del telesilla y nos deja montar, asi que en un sin plus, nos presentamos en el alto del tobazo. En unos cuantos giros, nos presentabamos en la furgo. Que bueno!!! son las dos de la tarde y ya estamos press para emprender viaje de vuelta.