Terrazas sembradas por árboles florecientes en rosa y blanco, roca por doquier a ambos lados de la carretera, temibles vias como Demencia Senil, aroma a pueblo poblado por escaladores "Margalef", horas de txarleta en el largo viaje, recuerdos de nuestras visitas anteriores a esta escuela, risas y miradas llenas de complicidad, canciones cantadas a pleno pulmón.... y para remate: anocheceres perfectos acompañados de la luna más grande jamas vista. Allí estabamos de nuevo preparadas para darlo todo, para saborear las dulces mieles, para compartir cada momento, .............para el reencuentro.
..............malko haiei esker, orain itsasoa gara, eta beti izango gara.