" Me reencuentro con un valle- Benasque -, que me llena de recuerdos. Aunque han cambiado muchas cosas desde la última vez (barrera, parking privado, cochazos e incluso el refugio de Renclusa...) las montañas que tanto añoraba siguen igual, inamovibles, nevadas y muy peligrosas por las altas temperaturas...."
Salimos de Llanos hacia Renclusa (2140m.), donde después de vaciar un poco la motxila intentamos aprobechar al máximo lo que serían los úlitmos rayos de sol en este valle. Tras situarnos debajo del Portillón Inferior, en la cota 2500m. y aconsejadas por dos franceses que bajaban a trancas y barrancas por el fuerte viento, decidimos descender ya que la visibilidad no es muy buena y con una nieve tan humeda, el esfuerzo de cada giro agota nuestras reservas. Una vez en el refugio y tras degustar una exquisita cena preparada por Antonio(guarda del refu), esperamos a nuestros compis, Rikar y Mada que llegan empapados por una lluvia que no cesa.
La meteo nos hace descartar la ascensión al Aneto o Maladeta y decidimos tomar rumbo al Paderna. Infravalorado por todos los tresmiles de la zona, este Pico nos ha dejado un buen sabor de boca, ya que nos ha hecho poner en práctica nuestras nociones de alpinismo. Alejados de las pendientes avalanchosas, pasamos por el margen izquierdo del ibón dirección al pico Alba. Pinchamos los esquis resguardandolos del viento por una roca y procedemos a la puesta de crampones y piolet. Cumbre, fotos y descenso no muy bueno, ya que la nieve esta demasiado humeda. Además, en un flanqueo me meto en un agujero y después de minutos que se me hacen eternos, logro recuperar un esqui que se había quedado atrapado entre la grieta y las piedras. Susto o muerte!!!!,... me toco la pierna, el brazo y respiro... uffff.... todo esta en orden. Ya en el refu, para nuestra sorpresa nos encontramos con nuestros conejos maños que habían subido desde Llanos hacia Maladeta, pero tras la nula visibilidad a la altura de la rimaya decidieron darse la vuelta. Recogemos las cosas y nos bajamos con ellos a Benasque para después de potes, pizza y risas hacer planes para el domingo.
Habiendose incrementado el riesgo de avalanchas por la humedad del manto nivoso, tomamos la sabia decisión de ascender al Pico Gallinero desde Ampriu. En el parking nos encontramos con gente del Goiena que también intenta agotar los últimos coletazos del mini puente. Remontamos por las pistas de Cerler con tiempazo, ya que todo el marrón se ha quedado atrapado en los grandes picos del parque natural Posets-Maladeta. 800 metros de desnivel y bajada por pistas, donde Ido aprobecha para bajar hasta Cerler, 9 km de bajada mientras la menda tras quedar saciada de esqui recoge la casita con ruedas que hace de nuestros fines de semana un acogedor hogar.
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¡Pero ké de actividad!!!!!!!
ResponderEliminarUn abrazote, y muchos muxuuuuuuuuuuuuuuus!!!!